En playas y piscinas, evita saltos imprudentes
No te tires de cabeza sin haber comprobado antes el fondo y la profundidad del agua. No te lances nunca en zonas desconocidas, con poca profundidad, desde una altura elevada o donde pueda haber piedras o ramas.
Aunque vayas siempre a la misma playa, comprueba que no ha habido cambios de corrientes; donde el año pasado había bastante profundidad puede ser que ahora haya un bancal de arena.
Comprueba que no haya otras personas bañándose cerca de ti y ten cuidado de no chocar con ellas. Un salto imprudente puede dejarte importantes secuelas, incluso una lesión medular, a ti o a otras personas sobre las que puedas caer de forma temeraria.
Ten cuidado también con los lanzamientos ‘de plancha’. Aunque te parezcan inofensivos, pueden provocarte algo más que un buen moretón. Un mal golpe puede generar lesiones internas en el abdomen que pueden llegar a ser muy graves.