Consume los alimentos lo antes posible
Deja pasar el menor tiempo posible entre la elaboración del alimento y su consumo. Para evitar la proliferación de gérmenes, lo mejor es consumir los alimentos recién cocinados y no dejarlos nunca a temperatura ambiente.
Los alimentos que no vayas a consumir inmediatamente después de su preparación, o las sobras que quieras guardar, deben mantenerse bajo la acción del calor por encima de 60º C o bajo la acción del frío a 7º como mínimo.
Si vas a comer pescado crudo o poco cocinado, asegúrate de haberlo mantenido congelado durante varios días para evitar presencia del parásito anisakis.